Mensajes de la Biblia
Joel
¿Jehova es el mismo Jesucristo?
Saludos a todos en nuestro Señor Jesucristo, esta semana estoy escribiendo sobre un tema que resuelve muchas interrogantes que tenemos con respecto a la forma de interpretar el Antiguo Testamento y el Nuevo estamento ya que muchos creemos que Jehová de los Ejércitos de quien hablan todos los profetas en el antiguo Testamento es el Padre y no el mismo Jesucristo , porque que si es el mismo entonces los Cristianos y Judíos tenemos el mismo Dios y el enemigo del Cristianismo es el mismo enemigo del Judaísmo, me refiero a satanás.
Para encontrar que pruebas hay, de que Jehová de los ejércitos (en hebreo YAVE) es el mismo Señor Jesucristo nos iremos a los textos de la biblia que lo comprueban en el antiguo testamento.
PRIMER PRUEBA
Gén 17:1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
Gén 17:2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.
Gén 17:3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
Como podemos ver Jehová aparece a Abram y se le declara como el Dios Todopoderoso, o sea YAVE y no hay forma de que Abram este de pie y con vida delante del Dios todopoderoso, ya que la escritura dice que ningún hombre puede ver al Dios todo Poderoso y vivir, entonces me pregunto ¿Cómo es que jehová no mata a Moisés si Moisés lo está viendo cara a cara? Porque lo está viendo como Jehová pero sin su gloria, como lo dice el siguiente pasaje.
Éxo 33:17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
Éxo 33:18 El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
Éxo 33:19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Éxo 33:20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Éxo 33:21 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
Éxo 33:22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
Aquí podemos ver que la gloria de Jehová es lo que realmente no se puede ver por ningún hombre sin que este muera, y esto lo declara el mismo Jehová, ya que Moisés fue cubierto por la mano de Jehová pero sin su gloria, ósea que la gloria no puede ser vista por ningún humano tal como lo dice nuestro Señor Jesucristo de su gloria en el Nuevo Testamento.
Jua_17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
Aquí podemos ver que Nuestro Señor Jesucristo, tenía la misma gloria que no puede ser vista por hombre alguno desde antes de la fundación del mundo, entonces la gloria de Jehová es la misma gloria de nuestro Señor Jesucristo, por consiguiente es la primer prueba que Jehová es el mismo Señor Jesucristo.
SEGUNDA PRUEBA
Como segunda prueba de que Jehová y Nuestro Señor Jesucristo es el mismo tenemos un pasaje en Génesis que dice:
Gén 18:1 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Gén 18:2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Gén 18:3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Si se fijan bien Jehová esta junto a dos ángeles, ¿y porque dos ángeles y Jehová?, porque cuando termina la plática con Abram se marchan los dos ángeles a salvar a Lot del Juicio pero Jehová no va con ellos, como dice el verso:
Gén 19:1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
Entonces se entiende que son dos ángeles y Jehová, los que llegan a la tienda de Abram, pero lo más sorprendente es que Jehová come alimentos preparados por Abram.
Gén 18:8 Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
Entonces podemos ver que Jehová come exactamente igual que Nuestro Señor Jesucristo comió después de su resurrección, como dice el verso:
Luc 24:41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
Luc 24:42 Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.
Luc 24:43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.
Luc 24:44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
Y esta prueba de que Nuestro Señor Jesucristo come alimentos preparados por los discípulos, les demuestra a los judíos que es el mismo Jehová que comió con Abraham, y por si eso no fuera suficiente les declara que la ley, los salmos y los profetas que hablan de Jehová era de El que en realidad estaban hablando.
TERCERA PRUEBA
Como tercera prueba tenemos un verso en el Génesis que dice:
Gén_2:4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
Como podemos ver Jehová es el creador de todo el Universo ya que incluye cielos y eso es el universo lo cual se demuestra exactamente igual en el libro de hebreos cuando dice:
Heb_1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
Este Hijo es nuestro Señor Jesucristo que vino a la tierra, murió en la cruz y resucito y el libro de hebreos lo declara como el que hizo el universo, por eso dice el mismo Señor Jesucristo:
Jua 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Dando a entender que el mismo, existe desde antes de Abraham en la creación. Por eso dice el profeta Miqueas:
Miq 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
Por lo tanto el que nació en Belén fue Nuestro Señor Jesucristo, y el ya visitaba desde el principio a los profetas y a los padres de Israel, y cuando dice principio se refiere a la creación de la tierra y los cielos, demostrando de esta manera que Jehová es el mismo Señor Jesucristo.
CUARTA PRUEBA
Como cuarta prueba de que Jehová es el mismo Señor Jesucristo tenemos una comparación entre dos libros proféticos, uno del nuevo testamento y otro del antiguo testamento, los versos dicen:
Isa 2:19 Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra.
Aquí podemos ver que el profeta Isaías nos presenta un cuadro del día en que Jehová castigara la tierra y esto es lo mismo que nos dice Apocalipsis en los versos siguientes:
Apo 6:15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
Apo 6:16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
Apo 6:17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
Lo impresionante de estas dos profecías que son idénticas, es que en Isaías es Jehová con su gloria el que viene a castigar y en Apocalipsis es El Cordero y su gloria el que viene a castigar, por lo tanto no hay duda de que el cordero inmolado en la cruz que es Nuestro Señor Jesucristo es el mismo Jehová.
Otro aspecto que confirma que es el mismo, lo encontramos en el verso de Éxodo que dice:
Éxo 33:20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Y en Apocalipsis los hombres se esconden del rostro del que está sentado en el trono y el que se sienta en el trono es Nuestro Señor Jesucristo como dice el verso:
Mat_25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Y es que ambas profecías se refieren a la venida, tanto en el antiguo testamento como Jehová y en el nuevo testamento como El Cordero, el cual es Nuestro Señor Jesucristo.
QUINTA PRUEBA
Como quinta prueba tenemos una profecía de Isaías que dice:
Isa 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Isa 53:7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Nuevamente Jehová carga el pecado de todos nosotros, y esto fue lo que hizo Nuestro Señor Jesucristo cuando muere en la cruz como dice el verso:
Jua_1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Por lo tanto el Dios de Israel, Jehová de los Ejércitos, El cordero, Nuestro Señor Jesucristo, es el mismo en todo tiempo y siempre ha sido la salvación a cualquier ser humano que lo busque de todo corazón sin propósitos ocultos.
Saludos a todos en Nuestro Señor Jesucristo.
29 de agosto de 2012
Joel Trochez
2012 Mensajes de la Biblia.
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