Mensajes de la Biblia
Joel
Saludos a todos mis hermanos que leen los mensajes de la biblia, hoy les traigo un tema muy importante, este tema ha sido tropezadero para muchos y por no entender, que el amor de Jesucristo esta sobre la ley de Dios, muchos han dudado que Jesucristo sea el mismo DIOS TODOPODEROSO, es decir, EL PADRE, y cuando hablo de tropezadero me refiero a Judíos, ateos, satanistas, y hasta el mismo satanás se condenó, porque no supo que el amor de Jesucristo esta sobre la ley de Dios.
Para comenzar miremos que dice la ley de Dios, ya que la ley de Dios es inquebrantable, pero como no podemos citar toda la ley de Dios dada a Moisés ya que es muy extensa, solo citare un verso que reúne toda la ley y su resultado sobre el hombre, esto lo resumió el Apóstol Pablo, cuando dijo:
Rom 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE, ¿Qué significa esto? Cualquier pecado que cometemos cristianos y no cristianos, nos hace merecedores del infierno, es decir, la muerte segunda, la muerte del alma, la cual será atormentada en las llamas del infierno, nadie se escapa de este juicio, de esta ley, ya que todos somos pecadores, y no hay justo ni aun uno, como dice la escritura:
Rom 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Rom 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
Rom 3:11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.
Rom 3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Y si todos estamos bajo pecado, todos somos reos de la muerte segunda, algunos dirán estas palabras son muy duras, ¡yo no soy tan malo! solo tengo unos poquitos pecados que no me hacen merecer el Infierno, pero yo te quiero decir, te estas equivocando rotundamente, hasta el más pequeño de los pecados nos hace merecedores del infierno, sí, merecedores del infierno, para que miren que no miento leamos:
Mat 5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
Mat 5:22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Yo les quiero preguntar ¿saben que es el fatuo? ¿Creen que es un gran pecado? No, es un pecado que todos hemos cometido más de alguna vez, la real academia Española lo define, como: falto de razón o entendimiento, en palabras entendibles, bruto, idiota, tonto, todos estos son fatuos, son los juicios de nosotros, hacia nuestros hermanos, juicios que están cargados de una superioridad, en cuanto a razonamiento.
Y ese juicio de superioridad de nosotros para con nuestros hermanos nos deja expuestos a Infierno.
Quien no ha pecado alguna vez en su vida llamando a su hermano bruto o tonto, todos, nadie se escapa de este pecado y Jesucristo dice claramente que ese simple pecado nos hace merecedores del infierno.
Por lo tanto en el fatuo que decimos a nuestros hermanos, se cumple la ley de Dios, la paga del pecado es muerte, y muerte en el infierno.
También tenemos otros casos que nosotros, muchas veces pasamos por alto, los cuales nos hacen merecedores del infierno, leamos:
Mat 5:27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
Mat 5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Ya sabemos cuál es la paga del adulterio, leamos lo que dice la ley de Dios dada a Moisés:
Lev 20:10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
Pero Jesucristo va más adelante, y dice que solo con codiciar una mujer en el corazón, ya pecamos, y es pecado de adulterio, por lo tanto merecedores de muerte, yo les pregunto ¿Cuántos hemos visto una mujer con nuestros ojos de carne y la hemos deseado en el corazón? todos, es una condición de la carne, nadie se ha escapado de esto, y los que se escapan es porque sufren de aberraciones más abominables delante de Jesucristo.
Y también dice la Escritura:
Stg_2:10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
Esto termina de condenar al hombre más legalista, en lo más profundo del infierno, ningún hombre puede pararse delante de Dios, y ser absuelto por la ley, lo siento por los adventista, por los judíos, por los testigos de Jehová, y muchos otros, pero ninguno de ellos será justificado por cumplir la ley de Moisés.
No me mal interpreten, pensando que estoy diciendo que tratar de cumplir la ley es pecado, NO, Dios me libre de tal cosa.
Ahora que les he expuesto la pecaminosidad del ser humano, entendemos que si nos aplican la ley de Dios, somos hombres muertos, y no muertos de la carne (separados de la carne), muertas nuestras almas, es decir, separadas de Dios por la eternidad en el infierno.
La ley de Dios era conocida por el mismo Satanás, y todos sus ángeles, los cuales ya habían experimentado la separación de Dios, y ahora están solamente esperando la condena, entonces ellos tenían seguridad, que si hacían caer a Jesús de Nazaret en pecado, ellos serían triunfantes y condenarían al infierno, al mismo Dios, es decir se cumpliría en Jesús la palabra que dice: La paga del pecado es muerte.
Eso se dejó ver bien claro, en la tentación de Jesucristo, leamos
Mat 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Mat 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí que estas piedras se conviertan en pan.
Mat 4:4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Mat 4:5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
Mat 4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Mat 4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
Mat 4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
Mat 4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Mat 4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
¿Cuál creen ustedes que era la finalidad de satanás con la tentación? hacer caer en pecado a Jesús de Nazaret, para que la ley de Dios lo lanzara al mismo Infierno, ahí el seria triunfante, matando al mismo Dios, recuerden que la ley de Dios es inquebrantable, es una fuerza inquebrantable que somete los espíritus, las almas y la materia, a la misma ley de Dios. En palabras entendibles, satanás quería matar a Dios con sus mismas armas.
Regresando a nuestro tema principal, y con el conocimiento pleno de lo que significa la ley de Dios, hoy miremos porque el amor de Jesucristo esta sobre la ley de Dios.
Primero: toda la ley se resume en un solo mandamiento leamos:
Mat 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Mat 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Mat 22:38 Este es el primero y grande mandamiento.
Mat 22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mat 22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas, y si ustedes miran cuidadosamente cual es en esencia el propósito de estos dos mandamientos, se darán cuenta que es el AMOR, el amor a Dios y al prójimo y como dijimos en un estudio pasado, el prójimo es JESUCRISTO, por consiguiente si amamos a Dios y a Jesucristo, más que todas las cosas y personas en esta tierra, estaremos cumpliendo toda la ley.
Por eso yo insisto, pongamos a Jesucristo, que es nuestro Dios, como punto central en nuestras vidas, ya que si decimos amarlo, honremos su nombre, no nos avergoncemos de Él, y obedezcámosle siempre que nos hable con su palabra.
El apóstol Pablo explico esto más fácilmente, cuando dijo:
Gál 5:14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Nuestro prójimo es Jesucristo, y si nuestro hermano tiene el Espíritu Santo, morando en su corazón, ¿cómo no lo amaríamos? Si este Espíritu Santo es el mismo Jesucristo, entonces, amar a nuestro hermano es amar a Jesucristo, y así cumplimos TODA la LEY.
Resumiendo:
La ley de Dios dice: la paga del pecado es muerte.
La ley de Dios se resume amando a Dios y al Prójimo.
Conociendo estas dos verdades, hoy, comprobemos con la biblia, que el amor de Jesucristo esta sobre la ley de Dios. Leamos
Jua 15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Jua 15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Yo les pregunto ¿Quién puso su vida por nosotros? El Mismo Dios, Jesucristo, El Cordero de Dios, y esa fue la mayor demostración de amor, del mismo Dios, para su creación; morir en una cruz, hecho pecado por ti y por mí, y por toda la humanidad, desde Adán hasta el día de hoy.
Y ¿porque digo hecho pecado? Porque Jesús de Nazaret se imputó todo el pecado de la raza humana en su cuerpo, a tal grado que se convirtió en pecado, por lo tanto la ley de Dios lo manda al infierno. Por eso dice la escritura:
2Co 5:18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
2Co 5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
2Co 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Jesús de Nazaret no cometió pecado, pero Dios lo hizo pecado poniéndole todos los pecados del mundo en su cuerpo, por eso dice la escritura, que el Padre lo entrego a satanás, para que satanás por medio de los romanos y judíos y griegos lo mataran, así el alma de Jesús de Nazaret seria llevada al infierno y cautiva por la muerte, por eso dice la escritura:
Hch 2:22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;
Hch 2:23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
Hch 2:24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
Todo este plan de redención era ya conocido de Dios desde antes de la creación, satanás no lo conocía, y creyó que dando muerte Jesucristo que había retenido todo el pecado del mundo en su cuerpo, el vencería, pero Dios sabía que el Amor de Jesucristo a su Padre, estaba por encima de su ley, por eso Jesucristo dijo: no hay mayor amor que uno ponga su vida por sus amigos, por lo tanto Dios le da la orden a la muerte de que suelte a Jesucristo y Dios lo resucita, con cuerpo incorruptible, para que Jesucristo se siente a la diestra de Dios.
También nos dice la palabra:
1Jn_4:9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
1Jn_4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Este plan de Dios basado en el amor de Jesucristo, está sobre la ley de Dios que dice: la paga del pecado es muerte, y así el Padre llama desde el cielo a su Hijo, y lo sienta a la diestra de Él.
Por eso dice la palabra:
Sal 91:11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.
Sal 91:12 En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sal 91:13 Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Sal 91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Sal 91:15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
Sal 91:16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.
Este salmo 91 es profético y habla de Jesucristo, es más, este fue el salmo que cito satanás a Jesús de Nazaret, cuando le dijo: que a sus ángeles mandaría para que su pies no tropezara, pero el punto aquí es, ¿Por qué el amor de Jesucristo esta sobre la ley de Dios? La respuesta está en el siguiente verso:
Sal 91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
JESUCRISTO PUSO TODO SU AMOR EN EL PADRE, y por eso el Padre lo libraría de la muerte, ¿y que significa que lo pondrá en lo alto? Que se sentaria a la diestra del Padre.
Y lo confirma el siguiente verso que dice:
Sal 91:15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
El alma de Jesucristo clamo desde el infierno al Padre, y el Padre los escucho y el Padre, hizo a un lado la ley de Dios, y resucito a Jesucristo que había llevado todo el pecado del mundo al infierno, pecados que dejaría enterrados en lo profundo del infierno, para darnos salvación a todos los que creemos y confiamos en Jesucristo.
Por eso dice el apóstol Pablo:
Gál 1:3 Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo,
Gál 1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,
Gál 1:5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén
Hermanos, démosle la gloria y la honra a Jesucristo, por haber amado tanto a su Padre, ya que por eso, El Padre puso el amor de Jesucristo, sobre la ley de el mismo, y de esa manera nos rescató de la muerte segunda, la muerte del alma, y amemos a Jesucristo como el amo a su Padre, para que seamos dignos de ser llamados hijos de Dios, AMEN.
Joel Trochez
2012 Mensajes de la Biblia.
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